Los seres humanos tenemos la infinita capacidad---como ya
hemos visto con anterioridad---de etiquetar todo y de valorar todo: lo blanco y
lo negro, lo bueno y lo malo, el rico y el pobre, la partícula y la
antipartícula . . . y, esto no es más que para poder CONTROLAR todo!”.
Empecemos por recordar bien que todos somos UNO, desde el Principio,
donde 1+1=1, por más que nos parezca locón! No es tan fácil ni es
cuestión de decir yo soy valiente, yo soy generoso, yo soy alegre o yo no soy
cobarde, no soy tacaño, y menos malgeniado . . . mmm, atentos y rewind plissss.
. . ¿cómo voy a saber que soy valiente si no conozco la cobardía dentro de mí?,
¿cómo voy a ser generosa si desconozco la tacañería?, ¿cómo voy a estar alegre
si no tengo idea de lo que es estar triste?
Desde años atrás vivimos separados unos de otros y
señalándonos a través de “las famosas etiquetas”: los cobardes, los valientes,
los generosos, los tacaños, los alegres, los malgeniados; todos seguimos
etiquetados, a pesar de que hay “muchos” en el ambiente que nos dicen: “no
juzguemos a nadie porque nos estamos juzgando a nosotros mismos”, “todos somos
capaces de todo, sino, no podríamos ser capaces de NADA”. No sé quien dijo: “no
puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad”.
Y, tampoco recuerdo quien decía: “cuando vez en otra persona algo que no
te agrada es porque te está reflejando algo de ti que no soportas”. Pero ¿por
qué no lo soportamos, si todos somos capaces de todo?, simple: ¡porque estamos
negando nuestro lado oscuro! Esto es bien paradójico porque puede ser que
seamos totalmente diferentes a lo que no soportamos de esa otra persona, pero
si lo vemos desde el punto de vista de la totalidad no nos queda otra que
aceptar que todos somos portadores de todos los opuestos . . . una buena
pregunta sería: ¿estamos percibiendo a ese otro, a través de la separatividad o
de la Totalidad?
Si partimos de una Totalidad y aceptamos que ésta significa
que todos poseemos y/o somos capaces de actuar desde todos los opuestos,
podemos darnos cuenta que pasamos gran parte de nuestras vidas negando
nuestro lado oscuro, y lo negamos tanto que terminamos proyectando toda
nuestra densa negatividad en quienes nos rodean. Sabemos que constantemente
atraemos a personas que nos hacen daño a nuestras vidas y no lo
comprendemos; ¡atentos nuevamente! no es que estamos atrayendo y buscando
lo negativo y oscuro, es simplemente que no tenemos tolerancia para aceptar lo
negativo y oscuro en nosotros mismos porque nos los han vendido como: ¡PECADO!
o ¡MALO!, cuando simplemente es parte de nuestro aprendizaje. El asunto está en
no quedarnos pegados en el lado oscuro porque SABEMOS que como seres
humanos en evolución no nos viene BIEN!!
Ahora que estoy entendiendo y aceptando este conocimiento
“OLVIDADO”, donde todos somos UNO, es que “empiezo a comprender en algo” que de
esta aceptación parte lo que verdaderamente significa “amar al prójimo
como a ti mismo”. Todos creemos que es fácil amar al prójimo,
pero ¡nada que ver!, ¡no es nada fácil y no nos engañemos!. Imaginemos cuando
entramos en situaciones más graves como: amar a los asesinos, a los violadores,
a los torturadores, etc., tenemos que usar el mismo principio, y es ahí cuando
nos aparece la importancia del “reto sagrado” que nos dejó Jesús: “ama a tu
prójimo como a ti mismo y más aún a tus enemigos” . . . ¡¡¡OMG!!! nos
encontramos con que verdaderamente no es nada simple amar al prójimo, ¿cuántos
podremos amar a nuestros enemigos?, ¿cuántos siquiera estamos dispuestos a amar
a quien “creemos o asumimos” que nos hizo “daño injustamente”? a pesar de que
“ese alguien” fue importante en nuestras vidas en algún momento! mmm . .
. hay mucho por aprender en: AMAR como seres humanos si queremos vivir
una vida más ligera y feliz, eh?, plop!
w/muchness
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