Leí que la frecuencia del tiempo en el que vivimos es de
12:60---ciclos de 12 meses y días de 24 horas, 60 minutos cada una y 60
segundos por minuto---partiendo todo de un circulo dónde la medida cualitativa
del tiempo es “el dinero que podemos hacer en, con y de él”: ¡el tiempo es oro y el
símbolo es el reloj!
Pensemos, compartiendo sobre lo leído, cuando nos regalan o nos compramos un reloj por nuestro cumpleaños o alguna fecha importante . . . ¿qué nos están regalando, qué nos estamos comprando? Ojo qué no es solo un: que lo cumplas muy feliz o voy a cuidarlo mucho porque es finísimo. No solo nos están regalando, no solo nos hemos comprado “algo” para ponernos en la muñeca y lucirlo “competitivamente” ante todos . . . mmm, lo más increíble es que ¡ni nosotros mismos sabemos la razón!
No puedo estar más de acuerdo con este tema, ese regalo/compra es una parte “vulnerable” de nosotros mismos---un tiempo---que creemos nuestro, pero no deberíamos ni remotamente aceptarlo en nuestro cuerpo y menos en nuestra esencia. Un tiempo que desgraciadamente llevamos atado como parte nuestra, nos los regalan o lo compramos y aceptamos felices a: la obsesión, la obligación y el miedo a la necesidad impajaritable de que ¡el tiempo es oro!
Tiempo de realizar cualquier tipo de actividad que nos beneficie a todos utilizando el Arte del Amor Universal. Tiempo para dar lo mejor de nosotros a otros para que esos otros lo desarrollen, lo implementen y lo devuelvan multiplicado porque es un tiempo de vida en armonía!
Sería buenísimo cambiar nuestros puntos de vista, eh? porque ¡el tiempo no es oro, el tiempo es arte!
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