Leí
una frase que decía algo así como . . . “si tú te vieras como Dios te ve,
sonreirías muchísimo” . . . bueno, el día de navidad, para mí, fue un día
que sonreí a pesar de que “mucho de lo planeado cambió de repente”. Y ahora,
recordando esa frase, puedo pensar que "si verdaderamente tratamos” podemos
vernos como Dios nos ve y hasta podríamos sentirlo. Con sentirlo me
refiero que a lo mejor sonriendo pondríamos de manifiesto ese sentimiento al
que llamamos ¡Amor!, ¡¿No es así como Dios nos ve . . . sonriendo con
amor?!
¡La
magia de la navidad---que desde siempre está relacionada con el
nacimiento---sería justamente eso! darnos permiso para sentir y experimentar
ese re-nacimiento del sentimiento llamado Amor, darnos permiso para tocar al
Amor y compartirlo con todos los que de una u otra manera han pasado y tocado
nuestra vida. Dejar fluir ese Amor hacia los que consideramos amigos y
hacia los que consideramos extraños. Para aquellos que se nos parecen, que
están de acuerdo y actúan como nosotros, como para aquellos que son todo lo
contrario a nosotros.
Espero
que el día de navidad, todos se hayan sentido invitados a sentir “amor” y le
hayan dado a ese “amor” una licencia para permanecer en sus corazones.
Preguntémonos: ¿estamos dispuestos a dar nacimiento a la fuente de amor,
compasión y tolerancia para todos los hombres y mujeres de todo el mundo?. Y,
mientras nos respondemos, recordemos que estamos invitados a nacer y a
caminar por la tierra para comprender que “todo cambia
constantemente/repentinamente” y cuanto más rápido estemos dispuestos a aceptar
esos cambios, más felices vamos a ser . . .
En
fin, en esta navidad me he dado cuenta que a partir de una sonrisa puedo decir
que estoy dispuesta a asumir la maravillosa responsabilidad de aceptar y sentir
cuanta verdad hay en: ¡hechos a imagen y semejanza de Dios!
w/muchness,
ϻīԀš