martes, 24 de agosto de 2010

Creando una mente y un cuerpo nuevos.- 1ra. parte
Un solo pensamiento, uno cualquiera que esté relacionado con un sentimiento de odio, tristeza,
dicha, sexo, etc. y este cambiará nuestro cuerpo y nuestra vida, o sea nosotros nos cambiamos a nosotros mismos. Este pensamiento que también puede ser algo como: puedo, no puedo, no soy tan bueno, te quiero, tiene efectos mensurables y similares. Ante estos pensamientos distintas zonas de nuestro cerebro son invadidos por una corriente eléctrica que va creciendo y en su camino va liberando los neuroquímicos y así “todo” empieza a fluir dentro nuestro, mandando mensajes para procesar enzimas que varían el ritmo cardiaco, alteran el volumen de entrada y salida de aire a los pulmones, mandan el flujo sanguíneo hacia los vasos capilares, etc. etc. etc. Así de poderosos somos! Y así vamos sintiendo todo! . . . no podemos separar nuestros pensamientos de nuestros sentimientos.

Todas las reacciones que sufre nuestro cuerpo suceden a raíz de un pensamiento intencional o no intencional que parte de nuestra conciencia. Es sorprendente como los pensamientos conscientes o inconscientes pueden tener efectos que influyen tanto en todo nuestro ser. Somos como una obra que está en constante construcción. La organización de nuestras células cerebrales y definitivamente “algo más” constituyen quienes somos. Estamos acostumbrados, por no decir, totalmente habituados, a nuestros pensamientos y experiencias repetitivas las cuales fluyen constantemente, reorganizando todo el tiempo a nuestras células cerebrales. Ergo, permanentemente somos transformados por los interminables estímulos-mensajes nuestros y del mundo.

A lo largo de nuestras vidas tenemos muchas interacciones con diferentes personas que influyeron e influyen en nuestra vida. En todo momento nuestros cerebros siguen cambiando y si aceptamos eso podemos ver que nuestros padres, maestros, vecinos, amigos, familiares y la cultura junto con nuestros sentidos a través de las diferentes experiencias, son los que escriben en nuestra mente la historia de quienes somos. Nuestra maestría esta en ser los “conductores” de esta orquesta maravillosa del cerebro y la mente. No olvidemos que gran parte de nuestro comportamiento esta pre-establecido genéticamente. Todas las formas de vida están pre-ordenadas para expresar lo que son, y tenemos que aceptar también que mucho de lo que somos es por nuestros genes, “la filogenia sintetiza la ontogenia”. Pero no por eso estamos condenados a vivir nuestra vida sin contribuir en algo con este proceso evolutivo! Podemos y debemos sumar algo al progreso de la especie aquí en la tierra, porque a diferencia de otras especies, tenemos el “hardware” para desarrollar nuestras acciones en una vida.

Todas las conductas nuevas, escogidas por nosotros, servirán de experiencias. Estas serán codificadas en nuestros genes tanto en el presente como para la posteridad. La ciencia de la biología molecular está empezando a investigar el concepto de que "dadas las señales correctas", nuestros genes son tan cambiables como nuestras células cerebrales. PODEMOS brindar el tipo correcto de estímulo a las células de nuestro cuerpo, ya sea químicamente o neurológicamente, para abrir la gigantesca biblioteca de información genética que está ahí “latente y todavía sin uso”. En otras palabras al manejar nuestros pensamientos y reacciones podemos hacer intencionalmente que el químico correcto lleve al cerebro y al cuerpo, que se encuentra en un constante estado de tensión, a un estado de regeneración y cambio. Podemos entonces, escapar de los límites de nuestra biología y lograr una mayor evolución como seres humanos. La intención, es demostrar que tenemos una biología tan poderosa, sagrada y divina, que puede ser capaz de lograr un cambio de igual magnitud y mantenerlo, porque una vez alcanzada la maestría no hay retroceso.

mids
PS: datos sacados del libro Desarrolle su Cerebro.

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