lunes, 9 de agosto de 2010

¿Quién soy y hacia dónde voy?

Muchos de nosotros, seres humanos, nos preguntamos en algún momento de nuestras vidas: “quién soy y hacia dónde voy”. Cuándo y porque nos lo preguntamos, no lo sé. Como solo puedo hablar por mí, diré que yo me lo pregunté, honestamente y con vehemencia en el año 1998. Por esos tiempos y hasta quizá antes, me sentía atraída por la teoría de la física cuántica, leía todo lo que podía acerca de ella y como he dicho en otras ocasiones, cuánto más leía menos entendía. También he contado que desde entonces siempre estuvo escondida dentro de mí, sin comprenderla para nada, y sin embargo ahora siento que mi vida gira alrededor de ella. La física clásica nos enseñó durante más de 300 años a vivir con leyes arbitrarias, con verdades absolutas totalmente rígidas, mecanicistas y alejadas de nuestro mundo natural. Para la física clásica solo éramos simples observadores del mundo en el que vivíamos. Qué difícil nos era comprender, a diferencia de la cultura oriental, que vivimos en un mundo natural donde per se, el caos se encuentra con el orden, el bien se encuentra con el mal, la luz con la oscuridad y así todas las dualidades se convierten en una unidad de totalidad. La física moderna, basada en el mundo sub-atómico de la cuántica, nos está enseñando primeramente que hay un puente entre la ciencia y la espiritualidad. También nos dicen y nos demuestran que ya nada es tan rígido y absoluto y que existen infinitas posibilidades para lograr lo que deseemos, utilizando la coherencia entre nuestra mente y nuestro corazón. Nuestros nuevos científicos han descubierto que ya no somos simples observadores. Ya no podemos decir: “que mala suerte la mía, porqué me sucedió esto”, hoy se sabe que por el simple hecho de observar nos volvemos participantes de lo que observamos, ergo, de lo que sucede y nos sucede. Hoy, yo sé que donde enfoco mi conciencia “eso” se convierte en mi realidad! Ya no somos considerados máquinas separadas de todo y de todos, como la teoría newtoniana-cartesiana nos hizo creer, ahora hay la posibilidad de vivir en un mundo donde todos estamos conectados y nadie tiene porqué sentirse solo!
Estaba tan perdida conmigo misma que definitivamente no sabía quién era ni a donde iba. Lo paradójico era que, para todos los que me conocían, estaba loca, tenía todo lo que cualquier mujer de mi generación podría querer o soñar con tener: una buena y bella familia, una vida plena en cuanto a comodidades, diría que mucho más, incluso lujos, tal y como yo quería, y muchas cosas más! pero adivinen qué? era adicta a la depresión, por lo tanto, no era feliz! Lo único que me salvaba era que me daba cuenta que “algo” andaba muy mal conmigo. Asimismo, me daba cuenta que tenía que haber alguna forma de lograr un cambio, pero no tenía idea de cómo. Leyendo el periódico un día, me enteré que había la oportunidad de que mujeres de la mediana edad podían ingresar a la universidad. Esa fue la primera inspiración o la primera herramienta que “me llegó” del Universo para el comienzo de mi transformación de conciencia, para mi despertar.
Muerta de pánico me preparé lo mejor que pude, tenía 46 años y nunca se me había ocurrido seguir una carrera. No estaba de moda entrar a la universidad cuando salí del colegio, y luego pensaba que era demasiado tarde; uno de esos tantos falsos paradigmas o verdades absolutas a las que nos aferramos. Estuve 4 años en la universidad estudiando psicología y fueron años maravillosos. No puedo dejar de mencionar que ante mi adicción a la depresión, tomaba prozac, lo cual me “pseudo-ayudó” a tomar la decisión de ingresar a la universidad. Tengo que confesar que tomarlas no fue ni es la mejor opción . . . porque a pesar de “las pastillas de la felicidad”, como se le conocían, seguí perturbada. En determinado momento dejé la universidad porque me convencí, con la ayuda del psicoanálisis, que “tenía que separarme” de mi marido, si quería crecer y encontrarme. El psicoanálisis me ayudó mucho pero también me dio un arma, y con las armas hay que tener cuidado, el psicoanálisis “me empoderó”, me sentí tan dueña de mi misma que tomé la decisión de separarme como si me fuera a un viaje de ida y vuelta, no medí en ningún momento ninguna consecuencia. Al separarme comencé un cambio tan grande, fuerte y doloroso, que sentía que mi mente, mi corazón y mi cuerpo no podían resistirlo; y en medio de este cambio no había forma de que pudiera concentrarme para leer o estudiar, por ello tome la decisión de retirarme de la universidad.
El tiempo que siguió fue probablemente lo más fuerte que he vivido en mis 58 años de vida. Fue casi un año donde lo único que quería era morir. Mientras estuve casada también había tenido este sentimiento, pero no era nada comparado con el dolor y la soledad que sentí tras el rompimiento de mi matrimonio y con ello de alguna manera con mi familia tal y como estaba estructurada entonces. Nunca imaginé que pudiera existir una sensación de abandono total y tan profundamente asfixiante. No voy a profundizar en este punto, a pesar de lo doloroso y largo que fue, porque el crecimiento que vino después ha sido tan rico, que no merece la pena revolcarse en ello, el salto cuántico está dado. Pero sí les diré que estuve tomando anti psicóticos tan fuertes que parecía una autista. Estuve con enfermera y psiquiatra durante 24 horas diarias por casi 15 días. Y un día cualquiera, decidí que no los tomaba más! Empecé a hacer gimnasia, visité a uno de mis hijos que en ese momento estaba viviendo en España, visité a un amigo, quien estaba enfermo, con cáncer y se hacía un trasplante de médula en Canadá. Traté, traté y traté de sentirme mejor. Mi ex esposo ya me había pedido el divorcio y estaba saliendo con otra mujer. Yo le había pedido un tiempo de separación para des-aprender. . . él me dijo que me corría un riesgo muy grande, me lo corrí y perdí, lo perdí a él, me divorcié y se casó . . . pero al final del día, hoy, puedo decir que gané pues des-aprendí!
Cuando me sentí mejor decidí poner una Asociación Civil sin fines de lucro para “ayudar a los peruanos a levantar la autoestima”. Probablemente o mejor dicho, la que necesitaba levantarse la autoestima era yo! Bueno estuve en esto como un año, invertí mucho dinero, no logré mi objetivo externo, pero definitivamente algo iba cocinándose en mi interior. De ahí estuve un tiempo relativamente corto ayudando en Responsabilidad Social Empresarial. Ahora, algunas veces pienso que muchas personas que viven en el campo y que están más relacionadas con la naturaleza “quizá” deberían ayudar a los empresarios a ser más felices, menos estresados. En otras palabras, a lo mejor debería de cambiarse la filosofía y los campesinos deberían enseñar también algo de ese “otro tipo de contacto”. Esas formas en que algunos campesinos, porque no son todos tampoco, se conectan con la naturaleza, aprenden de su simplicidad y de sus ciclos y la honran. Esa es una apreciación muy particular e individual. Igual me pregunto, podrían los campesinos crear la Responsabilidad Social Comunal y lograr algún tipo de “fusión-interacción” de los unos con los otros, sin tantas “identificaciones-materiales” que nos llevan a la “insostenible-separatividad”. . . mmmm, ahí lo dejaré porque el despertar de conciencia trae consigo todo ese entendimiento donde está involucrado el amor, la compasión y la paz. Al final igual me di cuenta que si no crecía yo como individuo, de nada servirían las “intenciones al por mayor” que podía tener y que necesitaba proyectar!
La segunda herramienta que me entregó el Universo para mi proceso de transformación fue la técnica de Equilibrio en el Campo Electromagnético, EMF. Me la entregó en Argentina y en menos de lo que canta un gallo ya estaba yo en Uruguay siguiendo el curso. Empecé a sentir lo que era estar alerta en mi cuerpo, presente en el aquí y en el ahora. Escuchar a mi intuición con amor y compasión, empezaba a descubrir muy incipientemente los seres maravillosos que podemos llegar a ser. Esta transformación de conciencia, despertar o como lo quiera llamar, había empezado desde que decidí ingresar a la universidad años atrás. Había ya transcurrido un largo tiempo, pero igual había valido la pena cada paso y cada día. Pensé que la técnica era la culminación de mi crecimiento, pero no fue así. El Universo tenía otros planes para mí, viajé a Chile a otro curso, luego a Buenos Aires nuevamente, después a Arizona . . . Fue cuando regresé de visitar el Instituto de Ciencias Noéticas y al HeartMath/Global Coherence en Los Ángeles y San Francisco que me sentí totalmente enamorada de mi misma. Había pasado Navidad y Año Nuevo lejos de mis hijos de mi familia, y me di cuenta que podía estar sola en cualquier lugar del mundo. En este viaje comprendí que podía vivir absolutamente sola y siempre me sentiría acompañada.
La tercera herramienta que encontré después de ese viaje fue cambiar mis formas, mis puntos de vista hacia mí misma y hacia los demás. He aprendido a des-apegarme de los seres que más quiero porque todos tenemos nuestra propia energía para volar. Y al volar me di cuenta que me identificaba plenamente con todo lo que han descubierto y están descubriendo nuestros científicos con relación a la física cuántica. Esa teoría de la cual hace más de una década no entendía nada. Bueno, ahora, cada día descubro que hay tanto por practicar y entender con relación a este nuevo mundo, a este cambio de formas y estructuras cuánticas, multidimensionales.
Un mundo sin sentimientos de culpa, sin egos mal intencionados, donde cada uno vale y se identifica por lo que es y no por lo que tiene. Es maravilloso saber que al haber salido de mis hábitos, mis costumbres, mis patrones, mis toxinas mentales, estoy evolucionando y con esa evolución voy a dejar algo nuevo para los que vienen después de mí. No los mismos caminos que utilizaron mis padres y mis abuelos, (sin criticarlos). Simplemente, en mi mente hay nuevos pensamientos que hacen que mis neuronas tracen nuevos y continuos caminos, con nuevas actitudes y nuevas conductas. Considero que seguir con los mismos patrones, los mismos comportamientos, como fotocopias cuando no coinciden con nuestros conceptos, sentimientos o deseos, nos limita y tenemos el derecho a la libertad de cambiar sin culpas, especialmente porque hay tanto por explorar “utilizando nuestro lóbulo frontal”, que carece de sentido seguir con la repetición! No! necesito romper con los patrones y esto hace que dentro de mi florezca la curiosidad, la alegría por explorar y vivir. Me pregunto sin miedo, ¿cuántas herramientas me faltaran por encontrar en este nuevo despertar?

4 comentarios:

CM dijo...

Gracias querida hermana por invitarnos a pasearnos por tu very inspirational web!... Hemos disfrutado cada palabra de tus experiencias y aprendisajes.

Te felicitamos y estamos muy orgullosas de ti por ser quien eres... y por tu coraje, no solo de seguir por el camino que te ha llevado a donde estas hoy, sino por exponer y compartir tu historia!

Con el amor de siempre

Your Aussie sisters

Cecilia dijo...

Muy bien escrito mi OBI WAN....me inspira mucho, es uno de tus mejores articulos, te lo digo de todo corazon, estoy muy emocionada. Quiero que sepas que se me ha caido un velo mas...gracias
que la fuerza te acompañe
tqm
Ce

Adelina dijo...

Hola Querida María Inés,
Muchas gracias por compartir tus experiencias de vida que resultan inspiradoras para quienes también sentimos el llamado del espiritu, que nos empuja a caminar el camino de la evolución a través del aprendizaje...
Saludos,
Adelina

Cecilia dijo...

Hija he leido tu mensaje esta buenisimo, tienes dones de escritora, podrias escribir un buen libro!...Procura hacerlo.
un besote
Tu Mamá