jueves, 7 de octubre de 2010

El Ego, su Objetivo y su Esencia.- 1ra parte

Hoy hablaremos de un tema que tengo muy presente y que al leer a Tolle me di cuenta que es mucho más importante de lo que creía. Es el de tener claro cuál es la esencia y el objetivo del ego. He comprendido, según la visión de Tolle que “el objetivo” es atacar a nuestro sentido del Ser y que “la esencia” es su no amor. Por otro lado Fred Allan Wolf,el Dr Quantum de “what the bleep do we know?”, me hizo pensar en Narciso cuando muere a la orilla del río contemplando su propio reflejo. Algunos de nosotros, sufrimos igualmente cuando miramos fijamente las imágenes que llamamos nuestros cuerpos, pero a diferencia de Narciso, no nos quedamos contemplándonos, ni perdidos en el reflejo sino que continuamos sintiendo la pérdida en todo momento, podríamos decir que, sin darnos cuenta echamos de menos el eco de nuestra alma: nuestro espíritu llamándonos. Y eso, nos “obliga a vivir” en una tensión de lucha constante entre la materia y el espíritu (el cuerpo y el alma). Probablemente muchos pensemos que con técnicas especiales, medicación, práctica espiritual o simplemente siendo una “buena persona” podemos experimentar un alivio de esta tensión. Paradójicamente esta situación para muchas personas es la que hace que la vida “valga la pena” y los lleva “al drama de su realidad diaria”.

Para los que no queremos vivir permanentemente en “el drama” podemos desarrollar otras actitudes o puntos de vista mentales, que definitivamente resultarán mucho más efectivas que cualquier cuidado médico. Con esto me refiero a pensar positivamente sobre cada situación, inclusive las que necesitan de un pensamiento crítico. Como bien sabemos, todas las ideas tienen su origen en la mente y es importante saber también que, nuestra parte divina, nuestro espíritu, guarda muy adentro el “verdadero conocimiento” de quienes somos. Es por eso que este conocimiento se encuentra a “salvo” de la mente, porque desgraciadamente a nuestra mente en muchas oportunidades, aunque nos duela y moleste decirlo, la maneja el ego a su antojo. Es todo un trabajo re-descubrir ese “verdadero conocimiento” y utilizarlo para deshacernos un poco del ego que durante tantos años nos viene manipulando. Así mismo, tengo presente que el ego nunca debería de manipular una parte muy grande de nuestra mente, como nos suele suceder. Se supone que la mente es semejante a la energía divina y por lo tanto, jamás debería ser degradada, ni corrompida, ni quebrantada y cuando tenemos un ego demasiado grande nos desequilibramos y no funcionamos con amor ni con nuestro “nous”. Y, todo porque el ego, ese famoso ego, se mete en nuestra mente y nos enseña obligadamente a creer lo que no es.

Freud nos dijo que el ego era una construcción de la psique o el alma, para él era parte del aparato psíquico más antiguo, como una vida mental interior que aparece a través del aparato psíquico. Freud dividió este aparato psíquico en tres instancias: el ego, el yo y el super ego, a Diferencia de Tolle quien solo habla del ego y el yo. En el ego, Tolle incluye todo tipo de pensamientos y vivencias tanto las propias como las aprendidas y estas nos dice “mortifican” al yo cuando el yo no sabe manejarlas. Freud decía que en el ego estaban todas las emociones más primarias, con las que habíamos nacido, mientras que en el super ego estaban todos los pensamientos y vivencias que habíamos ido incorporando en nuestra psique por influencia de nuestros padres, colegios, sociedad, etc. Para Freud el yo se encontraba o debería encontrarse en constantes negociaciones, entre el ego y el super ego, para tranzar en un equilibrio. Si el yo se dejaba “manejar” por cualquiera de estas dos instancias, sin negociación de por medio, iba a estar en problemas. Si solo le hacía caso al ego su vida sería totalmente impulsiva y si se dejaba manejar por el super ego, la vida sería como una réplica de los padres y de la sociedad, sin ningún aporte de sus pasiones, ergo, una especie de “castrado”. El yo por lo tanto, era el gran mediador entre estos dos “intrusos” y cuando no encontraba la negociación adecuada, “se dejaba mandonear”, aparecían las neurosis, las depresiones, las psicosis, etc. Me parece que en este “aparato psíquico” de Freud no aparecía un “Yo Superior”, aunque puede ser que sí, no lo sé. Definitivamente, gracias a Freud, y “su descubrir” estos personajes en nuestro aparato psíquico, se introdujo en nuestro vocabulario un punto a tener muy en cuenta en la lógica del pensamiento y en nuestras formas de comportamiento.

“Da Free John” considera que el “ego” de Freud es una idea devastadora que impide que los seres humanos nos demos cuenta de nuestro Yo/Dios y por eso cada uno de nosotros vive en esa tensión egoica. Igualmente “Paramahansa Yogananda” describe al ego como la causa primordial de dualismo: la aparente separación entre el hombre y su creador. “Kirshnamurti” sugiere que con la evolución del cerebro hoy existen “patrones de éxito” que a lo mejor ya están anticuados y uno de ellos es el ego y sus tendencias . . . continuará . . . hasta la próxima semana!

Mids

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